Las primeras referencias documentales de la existencia de la navaja datan del siglo XV, no se sabe con certeza si fue inventada por los musulmanes o por los castellanos, aunque hay que destacar que en la época en la que aparecieron, la península tenía gran influencia musulmana.
Uno de los grandes núcleos de nuestro país, en cuanto a cuchilleros se refiere, se encontraba en la ciudad de Albacete y el primer cuchillero del que hay datos es Alonso Fernández. La navaja se generalizó rápidamente, puesto que el uso de espadas y armas por el estilo quedaba totalmente restringido a los nobles y la milicia. Así, las navajas de bolsillo servían para defenderse y se podían llevar sin apenas molestia debido a su pequeño tamaño y poco peso. Con su gran extensión también llegaron a los ladrones y atracadores, quienes, debido a la facilidad que ofrecían las navajas para ocultarlas y a su punta tan afilada se convirtieron en una de las armas más usadas, lo que llevó a su prohibición y casi extinción. A pesar de lo cual, afortunadamente para esta profesión, finalmente se levantó esta prohibición y se pudo continuar manteniendo e innovando en la tradición de la cuchillería.
Durante el siglo XVII se generaliza el uso de la navaja, espadas, armas cortas y tijeras de escritorio, lo que provocó que aumentara en gran medida su demanda. Ya en esta época fue mencionada en la literatura de Miguel de Cervantes la navaja clásica. De finales de este siglo se conservan numerosas piezas.
En el siglo XVIII Albacete experimenta una gran expansión, llegando a convertirse en uno de los grandes centros cuchilleros más importantes de Europa. Este se conoce como el siglo de oro de la cuchillería de Albacete. Por otro lado, también se debe mencionar otros núcleos importantes de cuchillería de la época como eran Francia, Inglaterra y Alemania.
Con la llegada del ferrocarril en el siglo XIX se abarata el transporte de materias primas y, además, se favorece en gran medida la comercialización, es en esta época cuando aparece la figura del vendedor con el cinto en la estación. Gracias a todos estos factores la cuchillería de Albacete se expande por toda España e incluso Europa.
En el siglo XX con la mecanización del sector, la cuchillería de Albacete sufre una gran crisis, ya que la gran mayoría de los fabricantes se ubicaban en pequeños talleres familiares y unipersonales que realizaban todo el trabajo a mano, por lo que no eran competitivos en comparación con los talleres mecanizados, mucho más rápidos y productivos, lo que terminó por obligar a gran parte de ellos a cerrar y a los que decidieron mantenerse, tuvieron que integrar procesos mecanizados en su producción.
En el siglo XXI las fábricas que resistieron mecanizando su producción se enfrentan a un nuevo problema, las importaciones asiáticas que, a pesar de ser de peor calidad, son muy similares y a un precio muy inferior, por lo que le han hecho mucho daño a la cuchillería tradicional de Albacete. Para poder combatir este nuevo problema los cuchilleros nacionales han tenido que salir a mercados internacionales, exportando sus productos, ya que a pesar de tener un mayor precio que las copias asiáticas la cuchillería de Albacete es de gran calidad y esto la hace diferenciarse del resto.
La ubicación de los principales focos cuchilleros en Albacete también ha ido evolucionando con el paso de los años y las diferentes necesidades de cada época. Así, en el siglo XVII la mayoría de los talleres se encontraban concentrados en la calle Zapateros y una pequeña parte de ellos en la puerta de Chinchilla. En el siguiente siglo, la zona de la puerta de Chinchilla se extendió también a las calles limítrofes y en la calle Zapateros apenas quedaron un 30% de ellos. Más adelante, el siglo XIX podemos dividirlo en dos: hacia 1847 el 65% de los talleres se encontraban ubicados alrededor de la plaza de Carretas, mientras que ya en el año 1887 el 60% se encontraba en el Barrio San José y más del 20% en la C/ Santa Quiteria. Finalmente, con la llegada del Polígono Industrial Campollano la mayoría de los cuchilleros trasladaron allí su taller para poder estar cerca tanto de la competencia, como de los proveedores de todo tipo de materias primas para su producción, manteniéndose su ubicación hasta el día de hoy, aquí es donde nos encontramos nosotros, junto con todos los grandes profesionales del sector.